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Anyelina Rojas Valdés, Periodista.- La tragedia que afecta a todo el país, por el siniestro del Casa 212, que capotó cuando intentaba aterrizar en... El tremendo poder de presión de las redes sociales

Anyelina Rojas Valdés, Periodista y Magíster en Educación.Anyelina Rojas Valdés, Periodista.-

La tragedia que afecta a todo el país, por el siniestro del Casa 212, que capotó cuando intentaba aterrizar en Isla Juan Fernández, ha generado una serie de temas colaterales. Por ejemplo, puso en evidencia cómo, las redes sociales, pueden ejercer presión. Ello quedó en absoluta evidencia luego que el diario Las Ultimas Noticias, LUN, debiera modificar un portada.

Habitualmente LUN adelanta su portada del día siguiente cerca de la medianoche. De este modo, cuando aún no se digería la noticia del accidente del avión que iba a Juan Fernández, subió la polémica portada en la que señalaba «El Ultimo vuelo del halcón», en alusión a la probable muerte de Felipe Camiroaga, generando la inmediata el rechazo en la web.

Tanto en twitter como en facebook, se leían una tras otras las opiniones, algunas muy duras, tanto de personalidad del espectáculo y la política, como de personas comunes y corrientes.  Al poco rato, no era posible visibilizar esta  portada inicial. Al inicio del nuevo día aparece la edición impresa, con la misma fotografía del animador Felipe Camiroaga de la portada inicial, pero con una leyenda distinta: «Desperada Búsqueda de vuelo de Camiroaga».


Esta situación da para pensar. Y re pensar, porque demuestra el gran poder de las redes sociales; tanto así, que llegó a impactar directamente en una tremenda empresa periodística. Hay que tener en cuenta que LUN es del grupo de El Mercurio.

Se dice que internet ha contribuido a democratizar el derecho a la información, de uno y otro lado, es decir, informando o informándose. Además, estas redes, pasan a transformarse en una herramienta fundamental, para calibrar las agendas y poner en ellas temas, que muchas veces no son del gusto de los poderes establecidos.

Las redes sociales, son aplicaciones de fácil acceso, a las que se puede integrar cualquier persona, sin importar su perfil personal, es decir, ni sexo, ni edad, ni religión, ni color político. Es que en la red, de alguna forma, volvemos al estado natural, donde todas las personas somos iguales. Quizás, la gran diferencia es si somos nativos o no de Internet, porque ello marca el dominio de las mismas y la forma como nos socializamos e interactuamos con los otros.LUN cambia portada

En este caso, el de las portadas de LUN, vemos  por ejemplo cómo se impone el sentido común,   -entendiendo por común, lo que la mayoría piensa- pudiendo cambiar el curso de los hechos;  hechos que pueden sufrir un viraje y tomar otra dirección.

Y pensar, que –siempre analizando este caso- fue una reacción espontánea, no convocada ni dirigida. No hubo liderazgo detrás. Los hechos se regularon solos. Como se dice, por generación espontánea. Espontánea y permanente, es decir se sumaron dos elementos, la generalidad y sostenibilidad de una actitud.

¿Qué pasaría si frente a temas ciudadanos, estas redes sociales operaran en forma más conciente y organizada? En fin, intentos hay muchos. Y los impactos, especialmente económicos cuando se llama a “funar” determinada empresa o producto, han quedado en evidencia.

Sin embargo, el caso de las portadas LUN, da para pensar… y para re pensar, como señalara antes. Hay que considerar que  más allá de un titular, porque, en honor a la verdad, titulares erróneos, inadecuados, o fuera de lugar,o no del gusto de todos… son muchos en la historia del periodismo. Y eso, en realidad, no es para quitar el sueño a nadie.

Más bien, el punto es calibrar  es la fuerza de los ciudadanos comunes y corrientes, cuando cierran filas en forma espontánea frente a un tema. Y más aún, en una mirada proyectiva, la fuerza que pueden tomar los movimientos ciudadanos, utilizando estas mismas herramientas en función de sus demandas. Esto último, es también un tema, de gran interés para los chilenos, en estos días.

 

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