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Cambio 21 / Por Por Teresa Frías K.   El nivel del mercado de la educación es tan alto, que ha llegado a superar a... Cuestionan a rector de la U. del Desarrollo por defender el lucro: «No tiene nada de malo lucrar», dijo Federico Valdés

Cambio 21 / Por Por Teresa Frías K.   El nivel del mercado de la educación es tan alto, que ha llegado a superar a otras industrias como la farmacéutica, estimada en unos 1.700 millones de dólares, y se acerca a las ventas que Falabella realizó en 2009 en toda Latinoamérica, las que llegaron a 6.410 millones de dólares. Pero Federico Valdes de la universidad ligada a la UDI dice «acá se instaló la idea de que el lucro es un pecado mortal».

Finalmente un emblemático representante de uno los sectores de la educación se sacó la careta y reconoció que lucrar con la educación era un alternativa. Se trata de Federico Valdés, (UDI) rector de la Universidad del Desarrollo (DD), ligada desde su fundación a la Unión Democráta Independiente, la UDI.

La mayoria de sus directores de carreras y otros altos personeros de esta universidad son de este partido, cuyo rector era hace sólo seis meses, Ernesto Silva, quién falleció producto de una repentina grave enfermedad. Era el padre del diputado UDI del mismo nombre y apellido.

Federico Valdés que también es presidente de la accionaria Azul-Azul que es propietaria del club Universidad de Chile, sustenta así que la educación de un derecho pasó a transformarse en una gran industria, en la que si no se cuenta con el dinero necesario simplemente no se puede optar a ella. La educación es actualmente para unos pocos un privilegio, quienes a costa de endeudamientos logran entregarles a sus hijos lo que para ellos fue gratis.

No es casualidad que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), organismo que reúne a los países más desarrollados, ubique a Chile en los primeros lugares, del ranking de costo de la enseñanza: es el país con el mayor gasto privado en educación, desde la básica a la superior, y el mayor costo directo para las familias en la etapa universitaria.

Al parecer este tema para algunos no es de la mayor relevancia. Uno de ellos es precisamente el rector de la Universidad del Desarrollo, Federico Valdés, quien fundó la casa de estudios junto a los ministros Cristián Larroulet y Joaquín Lavín, ambos de la UDI. Valdés señaló que es injusto acusarlas por el sólo hecho de lucrar, argumentando que gracias a ellas se llegó a sectores de menores recursos que antes no tenían posibilidad de acceder a una educación universitaria.

«No tiene nada de malo lucrar, es lo que hacemos todos. Ninguno de ustedes trabaja por amor a la profesión que tiene. Acá se instaló la idea de que el lucro es un pecado mortal. Al final, las universidades acusadas de ser con fines de lucro tienen un porcentaje muy importante de alumnos de menores recursos», espetó.

Podemos acabar con el lucro

Ante el tema del lucro, la diputada María Antonieta Saa dijo a Cambio21 que «estas declaraciones demuestran la ideología de la derecha», agregando que «con estas palabras nos hacen creer que es un bien de consumo y no un derecho».

A ello, la parlamentaria agregó que «es una lástima que no lo vean en relación al derecho de las personas y al desarrollo del país, sino como un simple negocio».

«En Chile se están poniendo a la luz las posiciones de la educación y el pensamiento de la Universidad del Desarrollo es la misma posición que tiene actualmente el gobierno», insistió la legisladora. Finalmente criticó las medidas de la administración de Piñera, propuestas durante el movimiento estudiantil, «lo que hizo el gobierno, si se evalúa de forma profunda, al final no hizo nada favorable para los jóvenes, sobre todo apara quellos que seguirán debiendo el crédito con aval del Estado».

Para la ex ministra de Educación Yasna Provoste «no sabemos qué pueda pasar más adelante, pero el lucro es el problema y es posible terminar con ello, es por eso que nosotros esperamos durante este tiempo, que el gobierno reconozca que producto de la energía y demanda social debe poner en el tapete este tema. Esperamos llegar a ser como muchos países donde existe equidad, justicia y calidad en la educación», dijo la ex autoridad de gobierno.

En conversación con Cambio21 el académico e investigador de la Facultad de Educación de la Universidad Diego Portales, Ernesto Treviño, frente al tema dijo que «no existe un ánimo de cambiar de postura y el problema es que se están enfrentando dos visiones de la sociedad. A mí me parece que algunos debieran dar muestras de que están escuchando las peticiones del movimiento estudiantil, falta una muestra más concreta que tiene que ver con la democratización y la participación de los estudiantes en las decisiones».

«Pero se ve muy difícil que se cambie el tema del lucro en nuestra sociedad, sobre todo porque van al Congreso y no se ven más o simplemente puede pasar algo como lo ocurrido en el movimiento estudiantil de la revolución pingüina y la Yasna Provoste, donde al final salen todos con las manos levantadas y en realidad no resolvieron el conflicto», sentenció el especialista doctorado en la Universidad de Harvard.

Cifras que condenan

El nivel del mercado de la educación es tan alto, que ha llegado a superar a otras industrias ,como la farmacéutica, estimada en unos 1.700 millones de dólares, y se acerca a las ventas que Falabella realizó en 2009 en toda Latinoamérica, las que llegaron a 6.410 millones de dólares.

En la enseñanza básica y media, el 22% del total que se invierte en educación viene de los privados. Es la cifra más alta de los 38 países de la OCDE, después de Corea y el Reino Unido, aunque con diferencias mínimas. En promedio, en la OCDE, el 9% del gasto en educación primaria y secundaria proviene de privados.

En el caso chileno, se trata básicamente de aranceles que pagan los apoderados, en los colegios privados o subvencionados con financiamiento compartido. Según cálculos de Juan Pablo Valenzuela, del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE), de la U. de Chile, casi la mitad de esa cifra corresponde al pago de colegiatura de los 210 mil alumnos que estudian en los colegios privados y que corresponden al 7% de la matrícula. Ellos destinan $ 150 mil al mes, en promedio, a aranceles. La otra parte corresponde al copago que realizan los alumnos en colegios subvencionados ($ 20 mil al mes), los que atienden al 40% de los alumnos.

En educación superior, la inversión privada es aún más alta: el 85%. La mayoría es financiada directamente por los bolsillos de las familias. Al igual que en la educación básica y media, el pago va a los aranceles, que superan los nueve mil dólares (los más caros después de EE.UU., donde llegan a 22 mil dólares).

En otras palabras, de los dineros que el país invierte en educación superior, el 79% proviene directamente de las familias, el 6% viene de otros fondos privados y sólo el 14,6% del Estado. En Corea, el otro país con un alto costo privado en educación -77%, en total-, el desglose es distinto: la mitad del financiamiento viene de las familias, un cuarto de otras fuentes privadas y el 22% del Estado. En promedio, en la OCDE siete de cada 10 dólares invertidos vienen del Estado y sólo tres de privados.
Frente a la discusión que se ha dado por la calidad en la educación, el informe de la OCDE da cuenta que en nuestro país, lograr mayor nivel educacional no implicaría menor desempleo.

«En los países de la OCDE en 2009, un promedio del 6,9% de los hombres con una educación secundaria general estaban desempleados, y el 4,1% de los hombres con un título de educación superior estaban desempleados. En Chile, no obstante, alcanzar mayores niveles educacionales no necesariamente protegen contra el desempleo: las tasas de cesantía son menores entre adultos que no tienen una educación secundaria superior y mayores entre adultos que tienen un grado de educación superior vocacional/técnico», sostiene el documento.

 

FUENTE: Cambio21.cl

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