Edición Cero

Cambio21.cl / Las manifestaciones estudiantiles volvieron a ser el eje central de la agenda social y también política. Secundarios y universitarios una vez más reclaman... Rector UMCE: «Estamos preparados para enfrentar la gratuidad, solo falta la disposición política del gobierno»

Cambio21.cl / Las manifestaciones estudiantiles volvieron a ser el eje central de la agenda social y también política. Secundarios y universitarios una vez más reclaman una educación de calidad y por ello no depondrán las marchas mientras no sean escuchados y sus demandas consideradas por el gobierno de Piñera, tal como anunciaron tras la gigantesca marcha que convocó a 100 mil estudiantes en el centro de Santiago.

Aunque el punto central de sus demandas se basa en ponerle fin al lucro, siendo según los afectados uno de los grandes problemas que arrastra la educación chilena, es también uno de los puntos que les genera más desconfianza.

Una realidad que incluso la prensa internacional destaca. La prestigiosa cadena de televisión británica BBC realizó un reportaje de este tema poniendo énfasis en el costo de los estudios universitarios asegurando que «Chile es el país con la educación más cara del mundo, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y el único en América Latina donde todas las universidades son pagas»

A ello agrega que «si bien en Estados Unidos o Australia, por ejemplo, la matrícula puede ascender a decenas de miles de dólares, cuando se compara el promedio chileno con el poder adquisitivo se observa que US$3.400 son iguales a 22% del Producto Interno Bruto per capita. Y no hay otro país en el mundo en donde la educación superior sea tan costosa».

Las familias están dispuestas a pagar

Según los expertos, el Estado debe hacer un esfuerzo de mayor gasto en Educación Superior para alcanzar a los países con mejores estándares.

«El aporte por el AFI (Aporte Fiscal Indirecto) es US$ 40 millones anuales. Piensa que el Transantiago, anualmente, se lleva US$ 800 millones entre subsidios permanentes y transitorios, de eso estamos hablando. El aporte basal a las universidades del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Aporte Fiscal Directo), sólo cubre en promedio el 20% de su presupuesto de operación, mientras en algunas universidades del Estado apenas llega al 4% del presupuesto de operación», aseguró el economista de la Usach Francisco Castañeda.

Para Ernesto Treviño, director del Centro de Políticas Comparadas de Educación de la Universidad Diego Portales, «el lucro debería desaparecer, porque se convierte en el incentivo más disuasivo de la educación».

En diálogo con Cambio21 agregó que «el gobierno como medida indispensable debiera intervenir en una negociación colectiva que las universidades no puedan cobrar nada más que el arancel de referencia».

«El financiamiento de parte del Estado a la educación en Chile, es muy bajo y por ende se requiere algo más de aporte a las universidades públicas», explicó el experto en educación doctorado en la Universidad de Harvard, quien anteriormente trabajó en el tema para la Unesco.

Si bien para Treviño no existe nada malo en que las universidades tengan excedentes económicos «el problema radica cuando éstos se los llevan para sus casas».

En esa línea agregó que «desgraciadamente la educación gratis completamente no es una vía adecuada, porque el costo de las universidades colectivas (las del Consejo de Rectores) estarían siendo cargadas a los impuestos que pagamos todos los chilenos, y en más de un caso hay personas con situación económica adecuada y aún así estarían estudiando gratis».

En el reportaje de la BBC de Londres también se menciona que «la familia chilena de menor ingresos percibe un promedio mensual de US$275, por lo que debería dedicar casi 20 meses de salario para costear un solo año de universidad de uno de los integrantes del grupo familiar».

Ante esto, Treviño se lamentó asegurando que es una realidad del país, «las universidades saben que las familias están dispuestas a pagar la educación de sus hijos, y es por eso que se aprovechan».

Por su parte, el rector de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) Jaime Espinoza, ante la pregunta que se hace el medio británico de por qué la educación en Chile es tan cara, indicó que «la respuesta es obvia: el sistema económico que existe hoy en día favorece que hasta la educación sea utilizada como un medio de mercado».

En conversación con Cambio21 insistió que «es indispensable que el Estado haga algo al respecto, tiene que existir una preocupación más fuerte de asegurar la equidad».

En cuanto a que las familias están dispuestas a pagar lo que sea para que sus hijo estudien, Espinoza apuntó que «hay un mecanismo de financiamiento para que las familias se endeuden y ante la necesidad hacen este esfuerzo, que me parece injusto y poco equitativo».

Por último el rector de la casa de estudios al comentar si es posible realmente acabar con el lucro en la educación, fue tajante y mencionó que «sí se puede; estamos preparados para enfrentar la gratuidad, solo falta la disposición política y del gobierno».

El Estado chileno, según la OCDE, ayuda a un 13,8% de los estudiantes con becas, lo cual se encuentra bastante por debajo de la media de los países que integran dicho bloque, en donde incluso Estados Unidos, con una reconocida matrícula costosa (aunque menor a Chile en relación al poder adquisitivo), aporta 51%.

Los comentarios están cerrados.