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Iván Vera-Pinto/ Cientista Social, pedagogo y escritor Como una forma de responder a real demanda que tenía el mundo infantil en la década de... El Teatro para Niños en la década de los 90 en Iquique

Iván Vera-Pinto/ Cientista Social, pedagogo y escritor

Como una forma de responder a real demanda que tenía el mundo infantil en la década de los noventa, surgieron en nuestra ciudad algunas agrupaciones teatrales que dedicaron su trabajo, esfuerzo y creatividad a ese importante segmento de nuestra población.

De ellas cabe mencionar la Compañía de Teatro Infantil. Sus comienzos fueron circunstanciales, pues en octubre del año 1985, don Luis Barraza, Asistente Social de la desaparecida Minera La Cascada se acercó al Teatro Expresión, ya que requería de manera urgente un espectáculo de animación para celebrar la navidad de los hijos de los trabajadores de su entidad. Su solicitud entusiasmó al elenco y en menos dedos meses se montó el primer trabajo con muñecos, personajes de fantasía, juegos de participación infantil y canciones. El debut se hizo en el local de la antigua Casa del Deportista para un público aproximado de seiscientas personas. En un principio iba a ser una única función, pero una empresa pesquera se motivó en contratar al conjunto. Al final resultaron ser dos presentaciones en esas fiestas navideñas.

Con los ingresos económicos obtenidos se pudo financiar la producción artística y al conjunto.Desde ese momento para adelante, se pensó en constituirse en una agrupación profesional que hiciera obras y espectáculos para los infantes. De ahí vinieron la invención de varios trabajos, algunos escritos por los mismos integrantes y otros pertenecientes a autores locales y nacionales. Al inicio, el escenario principal de esta agrupación fue el desaparecido Supermercado Marmentini Letelier. Aquella empresa auspició al grupo para hacer animación todos los días domingos, al mediodía.

Allí el elenco logró una alta popularidad con las familias que iban muchas veces para ver exclusivamente sus actuaciones. Así pasaron cuatro años de trabajo,lo que permitió al elenco contar con buenos vestuarios, grabar música original en estudio, convenir servicios externos y adquirir equipos de amplificación. Importante fueron las contribuciones musicales de los maestros Mario Berríos, Carlos Morales, Guillermo Lara y Franco Peirano, quienes compusieron canciones y bandas musicales para cada evento.

Al tiempo, las funciones se multiplicaron en diversas organizaciones sociales y empresas. La gerencia del desaparecido Hotel Chucumata contrató el año 1995 a Kolorín Kolorado para que ofreciera representaciones todos los domingos en la hora de almuerzo,durante un año completo. Lo mismo ocurrió con Zofri, institución que contó con los servicios de este teatro en los programas especiales que ofrecía a sus clientes.

Llegó a tal punto la popularidad, que en una Navidad se formaron hasta tres conjuntos que hacían la misma rutina de manera paralela en diferentes puntos de la ciudad. En algunas oportunidades se contó con la asistencia de alumnas de Educación Parvularia de la UNAP que cuidaban y entretenían a los niños. Este emprendimiento artístico rápidamente fue imitado por otros grupos emergentes que instauraron sus propias plataformas para generar recursos económicos, especialmente en fechas claves: Día del Niño y Navidad.

Kolorín Kolorado contó con un elenco base de ocho personas, además de otros animadores dedicados exclusivamente a las  cumpleaños, las que se llevaban a cabo todas las semanas en casas particulares o en locales adecuados. El primer equipo estuvo integrado por actores del Teatro Expresión: George Vargas, Balbina Morales, Fabiola Vera-Pinto, Marianela Salas, Juan Carlos Rocha y Bernardino Castillo, entre otros. En los años siguientes se sumaron Erwin Kaempfer, Alejandra Bahamondes, Roberto e Iciar Dufraix, Carlos Vila, Rocío González, Karina Cortés, Rocío Muñoz, Pamela Hernández, Javier y Monserrat Orchad, Belén Bustamante, Camila Bolaños, Lorena Rondanelli, Luis Calderón, Muyfa Hanshing, Daymon Flores y María Isabel Villalobos. Como actores y actrices invitados participaron Jaime Torres, Andrés Seguel, Sonia Castillo y Luisa Jorquera.

Algunas de las obras montadas fueron: La fiesta de Navidad de Kolorín Kolorado (1987); Roca madur de Eduardo Durand (1988); Elmago de Oz de Lyman Frank Baum, adaptación de Miguel Ángel Miranda (1989); Suspiro y el duende de Guillermo Ward (1990); Jugando al teatro de Kolorín Kolorado (1990); El Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, adaptación Kolorín Kolorado (1991); La pandilla del arco iris de Jorge Díaz (1992); Ulises en el Titirimundo de Jorge Díaz (1993); Un sueño de Navidad de Kolorín Kolorado(1993); Mágico día de Kolorín Kolorado (1994); El viaje fantástico de Kolorín Kolorado (1994); La estrella de Belén de Antonio Sabat(1995); Juanito Chumbeque y las hadas de Antonio Sabat (1996); El fantasmita del barrio Bellavista de Oscar Wilde, adaptación José Pineda (1997); El día en que los ángeles se comieron a los pájaros de cu-cúde Jorge Díaz (1998), y varias decenas de espectáculos,todos dirigidos y producidos por Iván Vera-Pinto. Después de diecisiete años de trabajo permanente el proyecto concluyó el año 2002. 

Otro grupo relevante en este quehacer fue el TEA (Teatro es Amor). Según su directora, Sonia Castillo, “esta iniciativa partió el año 1985 por una motivación propia, a mí me gusta el teatro infantil. Además, veía que Iquique adolecía del trabajo dirigido hacia los niños de manera seria, con montajes realmente que no fijara costo y que la “puesta en escena” fuera panfletaria con mensajes que el niño debía portarse bien. Se necesitaba algo que fuera bonito y que el niño se maravillara con lo que viera. Nosotros trabajamos generalmente con las luces negras que hacía ver a los niños cosas que crecían,desaparecían… Les hacía jugar con la imaginación. Bueno eso lo descubrí gracias a Luisa… Es por eso que nos asociamos, porque alfinal ella tenía los mismos intereses… Luisa me invitó a participar de unas animaciones que hacía con otras actrices Balbina Moralesy Marianela Salas y un amigo que hacía de payaso.

Esa fue la primera vez que me caractericé de payaso para animar a los niños que estaban bajo el escenario, mientras los demás estaban sobre la tarima. Ahí me di cuenta que tenía esa alma de niño. Entonces jugué y la pasé muy bien. Aunque yo había trabajado en el TENOR con obras infantiles, pero ellas eran diferente a lo que yo veía o lo que yo quería hacer. Así partimos haciendo obras infantiles de Guillermo Ward, las que en su mayoría adapté y saqué la esencias de ellas, lo que a mí me interesaba… Como yo trabajaba en la Escuela Artística tenía alumnas muy talentosas y disciplinadas que había ido formando y que fueron las que pasaron a integrar el TEA… Después la Alcaldesa Mirtha Dubost nos invitó a realizar temporadas en el Teatro Municipal…

En ese tiempo acceder a esa sala era muy difícil, pues existía un grupo de amigos del Teatro Municipal,seleccionado por la autoridad comunal que determinaba qué se presentaba allí… Por supuesto, el acceso no fue gratis. Tuvimos que entregar un porcentaje del borderó para la sala; el resto quedaba para financiar la producción de las obras, ya que en ese tiempo no había ninguna empresa que apoyara ni menos fondos concursables. Solamente nos financiábamos de nuestros propios bolsillos o pedíamos un préstamo. Gracias al buen trabajo artístico y a la gestión de producción logramos siempre recuperar todos los gastos que incurríamos. Y si había alguna ganancia se repartía en forma proporcional, de acuerdo a las funciones de cada integrante.

Gracias al trabajo colectivo llegamos hasta Chiloé con el teatro. Trabajamos para diferentes públicos y en diversos escenarios: plazas,la calle, escuelas, jardines infantiles y poblaciones. Fue una experiencia muy enriquecedora para las niñas y también para nosotras.”

Según Luisa Jorquera, actriz y productora, “algunas de sus principales realización fueron: El palacio bucal, Maxi loco en el planeta azul, Maxi loco explorador, Glopsy 1, Glopsy 2, Zun-zun, la abejita nuclear, El juguetero egoísta, El bosque ideal, Las pildoritas mágicas de la bisabuela y Alicia en el país de las maravillas. Aparte de las obras,Sonia hizo todos los cuentos de navidad… Bueno, también montamos obras de adultos como Cariño Malo y Cartas de Jenny, Ofeliala madre muerta y La casa de Bernarda Alba. Las integrantes que más destacaron fueron: Ana Cortés, Carol Salinas, Gianina Zamora, Jorge Béjar, Magali Barrios, Iván Escares, HaroldZapata, Jaime Coronil y Francisco Cuevas. Me acuerdo de ellos porque fueron pilares fundamentales para nuestra agrupación”.

El proyecto concluyó cuando cerraron el Teatro Municipal por el año 2002. 

Una tercera compañía también dedicada a los mismos menesteres artísticos fue MITTY-MITTY, dirigida por la actriz Patria Torres. De acuerdo a la misma artífice, “todo partió cuando en una oportunidad una vecina me comentó que necesitaba a una persona que animara el cumpleaños de su hijo pequeño,entonces le dije: “Yo puedo hacer algo”. Ahí, mi ex esposo decidió ayudarme. Pescó un cartón y me hizo unas chalupas y mandé hacer a la modista un vestuario de fantasía. Salió tan divertida la animación que una nana que estaba allí me comentó que trabajaba en una casa acomodada y que la patrona le había preguntado dónde podía conseguir una persona que animara el cumpleaños de su hijo. Entonces, me entusiasmé y, así de la nada misma, me lancé a hacer animación. Así empecé. Después se hizo una rutina, todos los sábados trabajar, trabajar con los niños… Trabajamos con mi ex esposo, los dos solos. Durante cinco años hicimos concursos,juegos y rutinas entretenidas… Comenzamos el 1989 y trabajamos hasta el año 1994.

Más tarde, empecé a escribir pequeños cuentos para dramatizar. Pero me faltaba gente. Así que empecé a buscar chicos y chicas,hasta formar la compañía Mitty Mitty. Al tiempo, incluimos banda en vivo y libretos más extensos. Creo que eso fue un aporte para los niños, porque en ese tiempo solamente había tres compañías que hacían trabajos para los pequeños: Kolorín Kolorado, TEA y nosotros. Como en Iquique no había muchos espacios donde presentarse, conseguimos el patrocinio del Mall Las Américas. Ahí, trabajamos muchos años. Paralelamente, hacíamos espectáculos en la Galería España, en el Supermercado EKONO y en otros lugares que nos solicitaban…

La verdad que todas estas producciones eran totalmente autofinanciadas. Con las funciones que hacíamos los días sábados y domingos cubríamos los gastos de los vestuarios, la escenografía y todo lo que demandaba la producción artística. Las empresas pagaban por buenos espectáculos y como yo era bien exigente se hacían producciones bien acabadas… Toda la escenografía eran lindas y bien pintadas. Había castillos y ambientes de brujas, en fin, para crear toda la ambientación que se necesitaba para los cuentos… Después fui investigando qué necesitaban aprender los niños… Ahí se me ocurrió la idea de ir a los pueblos de Camiña y Pica.

En los colegios de esas localidades, con la venia de la dirección del establecimiento educacional, entrevisté a los alumnos para que me contaran sus tradiciones y cuentos. Todo ello lo adaptaba a un guion. De todo eso surgió un material muy lindo que tenía relación con el diablo, “la Chinchilla” y las tradiciones de los pueblos del interior… El público era muy generoso con nuestros trabajos, ya que aún en ese tiempo los niños se entretenían con cuentos. No estaba tan tecnológico el ambiente…”

Por supuesto que esta es solamente una pincelada de las muchas otras iniciativas teatrales que se forjaron para beneficio de los niños de aquel entonces y que bueno hacer memoria, para que no se olvide este formato teatro hecho por artistas iquiqueños para los niños iquiqueños.

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