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Haroldo Quinteros Bugueño/ Profesor universitario. Doctor en Educación Este 19 de Septiembre es el día que por decreto presidencial de 1915 se conmemoran “Las Glorias... Día de las Glorias del Ejército

haroldo quinterosHaroldo Quinteros Bugueño/ Profesor universitario. Doctor en Educación

Este 19 de Septiembre es el día que por decreto presidencial de 1915 se conmemoran “Las Glorias del Ejército.” Su sentido literal era recordar a los soldados que han dado sus vidas por Chile, hayan sido vencedores o vencidos. Eso significa que este día es un día de todos los chilenos, puesto que esos soldados no sólo han sido oficiales y soldados profesionales, sino, sobre todo, los ancestros de todo el pueblo de Chile, los obreros, campesinos,  maestros de escuela, pescadores y herreros que vistieron el uniforme de soldado para combatir y morir en las guerras que nuestra nación sostuvo en el pasado.

Las FF AA, a partir de su pivote inicial, el Ejército, fueron creadas por los Padres de la Patria con el objetivo de dirigir a todo el pueblo contra el enemigo externo,  aun al costo de la propia vida, como fue en Yungay, en Iquique o en Tarapacá, y antes, por supuesto, con nuestros  mapuches, en Tucapel,  Marihueñu  o el Mataquito. Justo hoy, en este día del Ejército, conviene hacer algunas precisiones en torno a su historia. Por ejemplo, ante la conspiración y el alzamiento fraguados en Londres contra el Presidente José Manuel Balmaceda en 1891, que terminó con el despojo al Estado de Chile de sus posesiones salitreras, el Ejército se mantuvo mayoritaria y oficialmente al lado del Presidente constitucional.

Los futuros capitalistas chilenos del salitre, que controlaban el Congreso, con el abierto apoyo financiero del imperio inglés y la asesoría militar alemana, se ganaron a la Armada, y derrotaron al Ejército en Placilla y Concón. Ese ejército, leal a la Constitución, fue obligado a rendir sus armas y estandartes al enemigo. Luego de esa humillación, sus mejores oficiales fueron fusilados por los conspiradores, dirigidos personalmente por Emil Koerner, el militar prusiano contratado por los conspiradores para dirigir las acciones militares contra el gobierno constitucional, defendido hasta el final por el Ejército.

El “estado de guerra” decretado por la dictadura de Pinochet en septiembre de 1973, fue, es y sigue siendo una vergüenza que alguna vez el Ejército deberá reconocer como tal. Fue, simplemente, la ilegal y anticonstitucional  asunción de una muy determinada opción política de la oficialidad de las FF AA, que terminó en la peor masacre de civiles que conoce nuestra historia, con desaparecidos, cientos de miles de exiliados, torturados, mujeres violadas y niños asesinados. Así como en 1981, los verdaderos héroes soldados fueron aquellos que se negaron a participar en esa conspiración, como Bachelet, Prats, o el joven conscripto Michel Nash,  asesinado en Pisagua por negarse a disparar contra civiles. Fueron muchos los engaños en esos “tiempos de guerra.”

La dictadura, que tanto recurrió a la figura de Portales como el civil disciplinado y amigo del Ejército, ocultó el hecho que este personaje siempre desconfió y hasta temió al Ejército. Por ejemplo, entonces el Ejército solicitaba al gobierno en que descollaba Portales atender la súplica del Primer Padre de la Patria, don Berrnardo O’Higgins, de volver a Chile. Portales no autorizó nunca la vuelta del “huacho maldito,” como lo llamaba, y hasta quiso hacer fusilar al gran amigo de O’Higgins, Ramón Freire. Para contrarrestar el poder del Ejército, Portales organizó, financió y armó a las “Guardias Cívicas,” bandas de mercenarios cuyo fin era oponerlas al poder bélico y político del Ejército regular. Los tiempos han pasado, pero sus muchas verdades deben esclarecerse y nunca  olvidarse, sobre todo hoy 19 de septiembre

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