Fin a las AFP: el trasfondo político

Víctor Guerrero Cossio. Académico, Dr. En sociología.

El debate actual suscitado en Chile por las bajas pensiones de jubilación de la sociedad civil v/s las recibidas por las instituciones armadas no es un problema exclusivamente económico y tiene un trasfondo político de gran importancia. Este resulta ser un obstáculo oculto que dificulta resolver esta injusta situación reclamada por la sociedad entera.

La existencia de dos regímenes previsionales tan diferentes no puede explicarse sólo desde lo económico, puesto que obedece a un marco político opresivo sujeto a las políticas neoliberales impuestas a la sociedad chilena en los años de dictadura y continuadas por los gobiernos democráticos que rigen hasta hoy.

La respuesta es que esta diferencia extrema sobrepasa lo económico, en tanto desde los tiempos de dictadura opera como un instrumento político estatal que asegura la obediencia de las fuerzas militares y policiales ante potenciales reclamos de una sociedad desigual. Esto se pone más de manifiesto cuando hoy la protesta social se hace precisamente por esta distinción perversa y funcional al orden dictatorial que se impuso a la sociedad chilena.

Tal mecanismo de sumisión proviene de la figura del enemigo interno político,que fue una definición ideológica de la llamada guerra fría a fines del siglo XX (tensión EEUU v/s URSS) y proveniente de la post guerra mundial. Allí los países alineados con EEUU confrontaban de esa manera a los Partidos Comunistas y de la izquierda en general: eran enemigos políticos y sus aparatos armados los enfrentaban como tal.

Luego de la ola de dictaduras impuestas en sudamérica en los años 70 – 80 y la transición a la democracia en los 90, su carácter limitado dio paso a la figura de enemigo interno social. Las estrategias de aniquilamiento de los partidos políticos de izquierda y su reinvención como organizaciones funcionales al marco de dominación política y restricción social existente en la actualidad, hizo que el Estado acentuara el control y represión hacia los actores sociales que articulan la protesta ciudadana.

Por ello la imposición del modelo de capitalización individual, que es la base de las AFP, no sólo es una estrategia previsional individualista, competitiva y fundada para liberar tanto al Estado como a las empresas privadas de su aporte a los fondos para una jubilación decente al término de la vida laboral de los asalariados chilenos, sino que también es un mecanismo opresivo que favorece la defensa y perpetuación del modelo económico injusto que rige en Chile, el que presenta la mayor desigualdad social a nivel continental.

Así, los cuerpos armados no sólo son resguardan la institucionalidad estatal en general, sino que a la vez defienden su propia posición privilegiada. Ejemplo de esto fue la declaración del General Villalobos Krumm, Director y máxima autoridad de Carabineros de Chile, sobre su defensa irrestricta del modelo previsional de que goza actualmente el personal a su mando.

En este mismo sentido, hay que recordar también que en sus últimos tiempos como dictador, Pinochet amenazó a las autoridades civiles que de tocarse a sus hombres, en Chile se terminaba el estado de derecho

Visto así, la decisión de cambiar el modelo previsional AFP implica la urgencia de eliminar los privilegios a los organismos militares y policiales, ya no sólo por una cuestión económica y social, sino también política,  en defensa de la democracia chilena que sigue cautiva y bajo amenaza por la existencia de estos eslabones represivos estructurales impuestos en dictadura.